Musa

Tu musa traidora nunca sabrás lo que has perdido, me has inspirado me has exaltado has domado a mi bestia de fuego y por ello te estoy agradecido pero ahora cuando te miro aparentemente, solo veo esa puñalada que me ofreciste sutilmente pero mi dragón sabe perdonar te porque seguramente no lo sepas y es por eso que te digo que a pesar de todo mi dragón sigue ahí pero eso no es ningún consuelo valido porque la herida que has hecho sigue sangrando y cuando las gotas del rojizo color impactan contra el charco de la desesperación de nada me sirve ver a selene teñida de rojo por muy llena que este y ahora solo me queda volver a la fosa del fuego eterno y seguir alimentando me de carroña emocional intentando subsistir en un mundo cada vez mas muerto, pero debo de confesar que la herida mas grande no es otra que la de ver como lentamente vas sufriendo e ignorando lo que te rodea y eso es lo que daña a mi dragón, por que no lo comprende, lo mustia y lo mata lentamente de tristeza y pena.